Me senté a la mesa, sosteniendo un teléfono móvil ligeramente viejo en mi mano, pero mi mirada estaba fija en su exquisita carcasa del teléfono móvil. Es una cáscara de teléfono móvil pintada a mano con un jardín secreto lleno de flores, cada flor y cada hoja es vívida, como si se pudiera oler la fragancia de las flores y escuchar el lenguaje de las hojas. Esta carcasa del teléfono móvil es uno de los recuerdos más preciosos de mi juventud, no es solo una herramienta para proteger el teléfono móvil, sino también una misteriosa clave para desbloquear la memoria juvenil polvorienta.
Es una historia sobre crecimiento, amistad y sueños, y el punto de partida de la historia se remonta a ese verano poético. En ese momento, también era un estudiante universitario lleno de anhelo por el futuro. además de estudiar todos los días, mi mayor Pasatiempo era explorar todos los rincones de la ciudad con mis amigos y encontrar las pequeñas bendiciones ocultas en la vida diaria. Y esa carcasa del teléfono móvil es uno de los testigos de nuestra amistad.
Fue una tarde de fin de semana, y varios amigos y yo nos reunimos en un taller de artesanía ubicado en la esquina de la Ciudad. Este taller artesanal es famoso por hacer artesanías únicas, desde cerámica hasta tela, desde artículos de cuero hasta madera. Ese día, decidimos tratar de hacer nuestra propia carcasa de teléfono móvil como un recuerdo de la amistad mutua.
Elegí la pintura como mi forma de crear, porque en mi opinión, la pintura es la forma de arte que mejor expresa las emociones internas. Cogí el pincel y comencé a esbozar un jardín secreto imaginario en la carcasa del teléfono. Hay rosas en plena floración, tulipanes elegantes, margaritas frescas y flores silvestres que no puedo nombrar pero son extremadamente hermosas. Cada golpe ha dedicado mi valoración de la amistad y mis expectativas para el futuro.
Cuando terminé mi último golpe, mis amigos se acercaron y elogiaron mi trabajo. En ese momento, parecía que realmente estaba en ese jardín secreto y sentí una tranquilidad y satisfacción sin precedentes. Nos mostramos nuestras respectivas obras, y las risas y alegrías llenaron todo el taller artesanal. En ese momento, me di cuenta de que estas carcasas de teléfonos móviles no eran solo objetos hechos por nosotros mismos, sino también portadores de nuestra memoria juvenil, que registraban nuestras emociones más sinceras y nuestros mejores momentos.
Sin embargo, la juventud siempre es corta. A medida que se acerca la graduación, cada uno de nosotros se ha embarcado en un camino de vida diferente. Algunos amigos optaron por continuar sus estudios, otros entraron en el lugar de trabajo, mientras que yo me embarqué en el camino del emprendimiento. La conexión entre nosotros disminuye gradualmente, pero cada vez que veo esa carcasa del teléfono móvil, pienso en esos días despreocupados y en los amigos que una vez me acompañaron.
Los años son como un transbordador, en un abrir y cerrar de ojos, he pasado de ser un estudiante universitario verde a un empresario maduro. Mi teléfono móvil también ha cambiado uno tras otro, pero esa carcasa del teléfono móvil siempre me ha acompañado. Cada vez que encuentro dificultades y reveses, lo recojo y miro tranquilamente el jardín secreto de arriba. Esas flores y hojas parecen contar algo que me ha devuelto el coraje y la fuerza para avanzar.
Hasta que un día vi inesperadamente la dinámica de un amigo en las redes sociales. Ella publicó una foto en la que tomamos una foto grupal de nosotros haciendo carcasas de teléfonos móviles en el taller de artesanía. En ese momento, parecía ser arrastrado por una fuerza invisible, abriendo la puerta de la memoria polvorienta durante mucho tiempo.
Me puse en contacto con la amiga y me enteré de que estaba preparando una exposición sobre la memoria juvenil y me invitó a participar. Acepté con gusto y decidí llevar esa carcasa del teléfono móvil como testimonio de nuestra amistad.
El día de la exposición, vi muchas caras familiares y caras desconocidas. Todos ellos cuentan la historia de la juventud a su manera, mientras que yo elegí pararme frente a esa carcasa del teléfono y contar nuestra historia en silencio. Cuando hablé de ese jardín secreto, vi lágrimas en los ojos de muchas personas. Pueden recordar sus años de juventud, o pueden recordar a las personas que les acompañaron una vez.
En ese momento, me di cuenta de que esa carcasa del teléfono no era solo un objeto, sino también un sustento emocional y un portador de memoria. Nos permite encontrar un momento de tranquilidad y calidez en una vida ocupada, y encontrar la fuerza y el coraje para avanzar en los recuerdos.
Después de la exposición, mis amigos y yo nos reunimos de nuevo. Hablamos de nuestra situación reciente y nuestros planes futuros y descubrimos que, a pesar de los años, el valor de la amistad y la búsqueda de los sueños son consistentes. Acordamos llevar esa carcasa del teléfono móvil dondequiera que vayamos en el futuro como testimonio de nuestra amistad y contraseña para la memoria juvenil.
- Título:Jardín secreto en la carcasa del teléfono móvil