Hoy fue un día que esperaba pasar sin sobresaltos, pero lamentablemente no fue así. Como de costumbre, llevé mi iPad Pro 12.9 a la escuela para realizar algunas tareas y estudiar durante las clases. El protector de pantalla que había elegido era de alta calidad y me había costado bastante dinero, pero valía la pena por la protección que ofrecía a mi dispositivo.
Estaba enfrascado en una clase de matemáticas cuando de repente escuché un estruendo a mi lado. Al girar la cabeza, vi a uno de mis compañeros de clase parado junto a mi mesa, con una expresión de pánico en su rostro. En sus manos sostenía mi iPad Pro, y al bajar la vista, noté que el protector de pantalla estaba completamente arruinado.
"Lo siento mucho", dijo con voz temblorosa. "No sé cómo pasó, estaba tratando de mostrarme algo y..."
No pude evitar sentir una oleada de frustración y tristeza. El protector de pantalla no solo servía para proteger la pantalla de mi iPad de posibles rayones y golpes, sino que también me daba una sensación de seguridad al usar mi dispositivo en público. Ahora, con él destrozado, me sentía expuesto y preocupado por el estado de mi iPad.
Traté de mantener la calma y respirar hondo. No podía culpar a mi compañero por completo; después de todo, fue un accidente. Sin embargo, la ira y la decepción eran difíciles de ignorar.
"Está bien", respondí con voz tensa. "Pero necesito saber qué pasó".
Mi compañero explicó que había estado jugando con mi iPad sin permiso, tratando de mostrarle a otro amigo algo en la pantalla. En su entusiasmo, no se dio cuenta de lo frágil que era el protector de pantalla y lo dejó caer al suelo.
Sentí una punzada de dolor al imaginar mi iPad golpeando el suelo duro. Afortunadamente, la pantalla en sí no parecía estar dañada, pero el protector de pantalla estaba completamente inservible.
Después de clase, fui a la tienda más cercana a buscar un nuevo protector de pantalla. Mientras caminaba, no pude evitar pensar en lo descuidado que había sido al dejar mi iPad a la vista de todos. Aunque mi compañero no tuvo intención de dañarlo, su acción me recordó la importancia de cuidar mis pertenencias.
Al regresar a casa con el nuevo protector de pantalla, me tomé un momento para reflexionar sobre lo sucedido. Aunque fue frustrante y desagradable, también me enseñó una lección valiosa. Aprendí que debo ser más cuidadoso con mis cosas y no asumir que los demás sabrán cómo manejarlas adecuadamente.
En cuanto a mi compañero, decidí perdonarlo y darle otra oportunidad. Después de todo, todos cometemos errores y lo importante es aprender de ellos y seguir adelante.
aunque fue un día desafortunado y desagradable, también fue una oportunidad para crecer y aprender. Espero que en el futuro pueda evitar este tipo de incidentes y mantener mis dispositivos seguros y protegidos.
- Título:Mi Protector de Pantalla para iPad Pro 12.9 Fue Destruido por un compañero